El exdirector de operaciones Joshua Powell resolvió demandas civiles relacionadas con fraude y abuso.
El ex director de operaciones de la Asociación Nacional del Rifle, Joshua Powell, resolvió demandas civiles de fraude y abuso presentadas por la Oficina del Fiscal General de Nueva York.
La admisión se produce horas después de que el vicepresidente ejecutivo de la NRA, Wayne LaPierre, anunciara su renuncia antes de una audiencia que comenzará el lunes. LaPierre alegó motivos de salud, según la NRA. La renuncia será efectiva a partir del 31 de enero.
Powell fue empleado de la NRA desde 2016 hasta enero de 2020, tiempo durante el cual «Powell incumplió sus deberes fiduciarios y no administró los activos caritativos confiados a su cuidado al utilizar sus poderes como funcionario y alto ejecutivo de la NRA para transferir activos caritativos a su beneficio propio y de los miembros de su familia.» Eso es lo que dice el acuerdo de conciliación.
«La declaración de culpabilidad de Joshua Powell y la renuncia de Wayne LaPierre confirman lo que hemos alegado durante años: que la NRA y sus altos dirigentes son financieramente corruptos», dijo la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en un comunicado el sábado.
El fiscal general demandó a la NRA, registrada como una organización benéfica sin fines de lucro en Nueva York, y a su alta dirección por apropiación indebida de millones de dólares para beneficios personales, incluidos jets privados, vacaciones familiares y artículos de lujo.
La NRA intentó declararse en quiebra en 2021, pero un juez federal rechazó su petición diciendo que «la NRA no presentó la petición de quiebra de buena fe».
La demanda de James exige que un organismo de control independiente supervise las finanzas de la NRA.
Como parte de su acuerdo, Powell admitió que violó sus deberes fiduciarios de cuidado, lealtad y obediencia al utilizar los activos caritativos de la NRA para su propio beneficio y el de su familia. También admitió no haber gestionado adecuadamente las organizaciones benéficas que se le habían confiado.
Aceptó pagar 100.000 dólares en restitución y aceptó una prohibición permanente de desempeñarse como funcionario de una organización sin fines de lucro. Aceptó testificar contra Lapierre y otros en el juicio.
LaPierre dijo anteriormente que el caso del fiscal general de Nueva York tiene como objetivo desmantelar y destruir la «ofensiva e inconstitucional NRA, una firme defensora de las libertades de Estados Unidos en las urnas durante décadas».
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