Intel, que espera introducir sus nuevos procesos de producción en los próximos dos años, se opuso a las sugerencias de TSMC de que su tecnología en Arizona será la más avanzada de Estados Unidos en 2024. «No estaría de acuerdo con esa opinión», dijo Ann Kelleher, un vicepresidente ejecutivo que dirige el desarrollo de tecnología de fabricación en Intel.
Los funcionarios estatales y locales de Arizona ya aprobaron incentivos financieros para la primera fase de la construcción de TSMC, y se espera que la empresa solicite subvenciones federales para ambas fases en virtud de la Ley CHIPS.
El Sr. Chatterjee, el asesor de la Casa Blanca, estimó que las dos nuevas plantas de TSMC en Arizona, una vez que estén en pleno funcionamiento, podrían satisfacer por sí solas las demandas estadounidenses de chips tan avanzados. Pero Handel Jones, analista que dirige estrategias comerciales internacionales, dijo que las fábricas de TSMC en Taiwán seguirán teniendo demanda, tanto por su capacidad de producción como porque fabricarán tecnología más avanzada para 2026.
TSMC opera cuatro fábricas en Taiwán que pueden procesar cada mes hasta 100.000 chips semiconductores. En Arizona, TSMC dijo inicialmente que la primera planta podría procesar 20.000 chips al mes. Ahora estima que la producción de los dos fabricantes combinados sería de 50.000 por mes, o 600.000 por año.
Pero incluso las operaciones relativamente pequeñas en los EE. UU. pueden volverse importantes, dijeron ejecutivos de la industria, particularmente para clientes minoristas como Apple o para producir chips críticos en situaciones de emergencia.
Al agregar tecnología de producción más avanzada en los EE. UU., TSMC «ayudará a abordar las debilidades asociadas con la escasez de semiconductores evidente en los últimos años», dijo Bob Lefort, presidente de la división estadounidense de Infineon, el gran fabricante de chips alemán.
La medida de TSMC también es una señal de que la Ley CHIPS está teniendo un impacto en los planes de las grandes empresas, ayudando a impulsar no solo sus gastos sino también las inversiones de las empresas que les proporcionan herramientas y materiales de producción.
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